Un número pequeño de privilegiados fue testigo de nuestra actuación en el Teatro Apolo con "La Rueda de la Fortuna", el 10 de septiembre a las 20:30 h.
Montando luces para la actuación en el teatro Apolo de "La Rueda de la Fortuna". Una paradoja para un espectáculo que, en su origen, se representaba al aire libre, a la luz del sol y al capricho de los vientos que, de vez en cuando, castigaban a las telas, telones y a los actores
El espectáculo comienza con la charanga
Continúa con la aparición del Parado ante las ventanillas de Empleo
Al final es empapelado cuidadosamente, metido en un sobre y dirigido hacia la Plaza de toros de Almería
El parado se desploma, muerto
Al final de la lidia el empleado paga parte de sus ganancias al jefe de los músicos y comparte su riqueza con el público
Un charlatán aparece con La Rueda de la Fortuna.Diecinueve GANA y un solo PIERDE
El empleado, antiguo parado, quiere jugar, porque ahora tiene dinero, pero pierde siempre
El inspector de Ruedas de la Fortuna aparece, certifica que todo es correcto y no hay ningún truco. De paso se juega un pesetón y gana todo el dinero que ha perdido el empleado parado
En un intento de recuperar su dinero, se juega el valioso traje de luces y pierde hasta los pantalones. Y ahora ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo he podido jugarme todo el dinero y otra vez volver a ser un parado?
El suicidio del parado
El manteo del parado
La charanga espera en el vestíbulo al público que se va del teatro con una sonrisa en la boca

El auténtico final en la calle

La charanga y actores responden al aplauso del público quitándose el sombrero
Para terminar, en vez de pedir el acostumbrado aplauso final, bajamos del escenario a la sala, encabezando un pasacalle por el pasillo central del teatro, el vestíbulo y, finalmente, a la calle, a la bendita calle, seguidos por el asombrado grupo de espectadores que, eso sí, una vez en la acera nocturna del teatro, formaron un apretado coro y al golpe de bombo final de la charanga se manifestaron con un largo y cerrado aplauso.