A lo largo de este verano, un reducido y selecto número de soñadores, dirigidos por María del Mar Hernández y Ramón Pachón, nos reunimos un par de días a la semana en la Sala Abba transformada en Taller de Títeres para compartir nuestro sueño. Construimos desde el barro, pasando por el molde de escayola y positivando con cartón de falla y engrudo de harina con sulfato de cobre, nuestro propio sueño interior. Un sueño bondadoso y optimista que, de tal manera compartido, adquirió caracteres de inmenso sentimiento estético. Estas imágenes dan una idea aproximada de nuestro logro
El malhumorado genio de la comedia de Axel Musri
La bondadosa ninfa del agua pura y de los bosques respetados de Paula
El punki mohicano, utópico descabellado, de María José Sánchez
El Guru, maestro pakistaní, de Leticia, vigilante de la adecuada mentalización del camino correcto
La operación de molde y vaciado
El molde, en escayola, del Guru
El final del estucado y principio de la policromía
Algunos de los artífices durante el proceso
A la espera de decir la última palabra, esperando en una estantería del Taller de títeres
Ahora empieza la fase más difícil del Taller. Es cuando los muñecos cobran vida y adquieren palabras y sentimientos propios, en las manos de los titiriteros, en forma de un montaje que podría titularse "Soñadores para nuestros sueños". De conseguirlo, daríamos cumplida noticia en estas páginas...











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